top of page
Buscar

Carta a la vida en calma

  • Foto del escritor: Oliva Conde
    Oliva Conde
  • 2 nov 2023
  • 2 Min. de lectura

Te preguntarás por qué hace tiempo que no sabes tanto de mí. Verás, las cosas por aquí han cambiado bastante, ahora no estoy despierta a las horas en que solíamos hablar. Las canciones en mi playlist duran más y van un poquito más despacio. A decir verdad, todo en mi vida dura más y va un poquito más despacio. Le he dado un lavado de cara a todas las cosas que suelo ver y ya no pregunto tanto sobre tantos temas para los que en realidad tengo respuesta. Suelo escuchar a mi estómago cuando me dice las cosas. Los días son más claros, más oscuros, pero siempre los vivo despacio y concentrada en ellos.


Camino mucho, me he dado cuenta de que me gusta hacerlo. A veces, en mis paseos, paso por los sitios en los que solíamos estar y me pregunto si allí donde estás habrá un espacio para las viejas amigas. No sé, quizás todo esté en mi cabeza, pero siento que nos caeríamos muy bien si nos conociéramos ahora. Pareces ser la influencia que necesito y parezco tener soluciones a tus miedos. Sería una forma de ganar juntas, una en la que no lo hacíamos antes. Antes todo estaba revuelto, vivíamos en casas más frías, en un lugar inhóspito del mundo en el que la velocidad marea. Ahora estamos más seguras de todo lo que queremos, lo conseguimos despacio.


Hay un rincón en mi rutina en el que siempre pienso en ti. Cuando me levanto por las mañanas, un par de horas más temprano de lo que solía levantarme antes, en mi ventana todavía no ha salido el sol. Durante esos minutos en los que el mundo está quieto y solo existo yo en mi realidad, suelo darme un espacio para pensar en vosotros. Siento que estamos mejor, aunque tú no me lo digas. Estoy en paz con nosotros tres.


A veces, en esos momentos, me doy cuenta de que realmente no estamos tan separadas. El mapa se hace un poco más pequeño. Creo firmemente que realmente hay una conexión y un cariño que nos lleva de la mano por lugares muy distintos del camino. Pienso que, de vez en cuando, en tu rutina también habrá momentos en los que quieras pensar en mi. Días de lluvia, ramos de lilas, té matcha y yoga. Cosas típicamente mías que chocan de golpe con tus días soleados, tus girasoles y tus cafés solos sin azúcar (sabes que siempre he admirado tu capacidad para lidiar con todo lo amargo en tu vida).


Sí, estoy segura de que alguna vez pensarás en mí. Esa idea me hace muy feliz.

Te escribo esto desde mi ventana, a las 6:52 de la mañana, a oscuras, sabiendo que tú estarás viendo un cielo muy distinto al mío. A una hora totalmente diferente a la mía, aunque vivamos exactamente en el mismo instante. Es lo que tiene la distancia, también separa los tiempos.


Con amor,

Oliva.



 
 
 

Comments


bottom of page